EL SONIDO DE LA MUERTE (1965)


DIRECCIÓN: José Antonio Nieves Conde
GUIÓN:José Antonio Nieves Conde, Sam X. Abarbanel, Gregg Tallas, Gregorio Sacristán

MÁS INFORMACIÓN:
http://www.imdb.com/title/tt0058601/

INTÉRPRETES: Arturo Fernández, José Bódalo, Soledad Miranda, Lola Gaos


SINOPSIS: En algún lugar remoto de Grecia, un grupo de exploradores se reúne en busca de un tesoro, cada uno tiene una parte de un antiguo mapa. Comienzan a dinamitar una gruta, y en una de las explosiones unos huevos prehistóricos quedan al descubierto. Un ser sale de ese huevo, su presencia se anuncia mediante sonidos guturales, y empieza a acosar a los exploradores, que tratan de huir en vano.

COMENTARIO: Se trata de una de las escasísimas películas sobre monstruos al estilo de la Serie B norteamericana, no nos atrevemos a afirmar que sea la única. Cierto que no es original, cierto que muchas escenas resultan risibles... pero, todo eso hay que tener en cuenta que eran los años 60, una época dura en España (hay que decir que en este país siempre, siempre, incluso en las épocas más duras, se ha hecho cine) y un presupuesto muy reducido.
Arturo Fernández está espléndido en su papel de héroe ligoncete y, José Bódalo, uno de los grandes.
La falta de presupuesto se suple con cierta imaginación y uno de los granes aciertos es mantener al monstruo oculto durante el 90% del film (aunque, la verdad, deberían haberlo mantenido en la sombra al 100%, ya se sabe que en cine siempre es mucho más impactante sugerir que mostrar) y jugar con los sonidos que adelantan su presencia y que logran acrecentar la tensión.
Esta película se conoce también como El sonido Pre-histórico, The sound of horror y The sound from million years ago.
A pesar de ser una de las películas más curiosas de la cinematografía española, por lo peculiar de su argumento (no es habitual este tipo de tramas cercanas a la ciencia ficción) apenas se habla de El sonido de la muerte (1965) de José Antonio Nieves Conde, la cual nos atreveríamos a calificar como la verdaderamente primera película del género fantástico-terrorífico española por tratarse de una situación de aparente normalidad en la que se introduce un elemento irracional que resulta difícil de entender y que, además, no se explica de una manera lógica. Se podría clasificar también dentro de la ciencia ficción, heredera de la explosión de filmes sobre monstruos de grandes proporciones que hubo en los años cincuenta. La aparente normalidad tiene lugar en Grecia: en un entorno campestre un grupo de investigadores, tras unas excavaciones, encuentran unos huevos gigantes y despiertan al monstruo prehistórico que contienen, de origen desconocido, invisible y que emite un sonido terrorífico parejo a su movimiento, que lleva largo tiempo aletargado. Será una de las escasas incursiones en la ciencia ficción de la cinematografía española. La falta de presupuesto (se rodó con el presupuesto sobrante del rodaje de otra película, La batalla de las Ardenas -Battle of the bulge-, de Ken Annakin, (1965) se suplió con mucho entusiasmo e imaginación. La profesionalidad y el conocimiento del oficio del director hicieron que no fuera necesario mostrar al monstruo (esta decisión supone un gran acierto) hasta prácticamente el final del filme y de forma muy breve. En su reparto coral se encuentran actores que no se prodigarán demasiado en el fantástico español como Arturo Fernández o José Bódalo (ambos más cercanos a comedias o musicales) y actores que serán auténticos mitos eróticos del mismo como Soledad Miranda o Ingrid Pitt.


EL DIABLO SE LLEVA LOS MUERTOS (1974)


DIRECCIÓN: Mario Bava
GUiÓN:Mario Bava, Alfredo Leone
INTÉRPRETES: Elke Sommer, Telly Savalas,Espartaco Santoni, Allida Valli.
MÁS INFORMACIÓN:
http://www.imdb.com/title/tt0068863/

SINOPSIS: Lisa está de viaje cultural en Toledo. El guía está explicando al grupo un mural de la catedral en el que se ve al diablo llevándose a los muertos. Lisa decide separarse del resto del grupo y en su periplo personal se encuentra con un tipo muy parecido al diablo del mural. A partir de ahí, todo lo que le sucede es extraño. Se pierde por la ciudad, se encuentra de nuevo con el tipo extraño y finalmente se topa con una adinerada pareja y su chofer, a los que se les ha averiado el coche. Dicha avería provoca que tengan que quedarse a dormir en una extraña mansión donde trabaja como mayordomo el tipo parecido al diablo sirviendo a la Condesa y a su hijo Max.
Lisa entra entonces en una vorágine de muerte, demonios (personales y de los otros) y locura donde nadie estará salvo.

COMENTARIO:
Se trata de una coproducción con Italia y Alemania, pero rodada en España por uno de los maestros del giallo italiano, Mario Bava. Desde luego no tiene nada que ver con las películas de monstruos típicas de esta época del cine fantástico español, es una película de terror psicológico, que juega con planos inquietantes y espeluznantes que te revuelven por dentro a pesar de no haber entendido muy bien el argumento.
Si, es así, el argumento nos ha resultado tan enrevesado que hemos tenido que ver un trocito del principio otra vez, y aún así no tenemos claro haberla entendido del todo, en este sentido nos ha recordado a Mulholland Drive (David Lynch, 2001), una película donde se mezcla lo onírico con lo real.
Al volverla a ver, nos hemos dado cuenta de que los títulos de crédito no son un mero aderezo, sino que dan una pista muy importante para seguir los acontecimientos.
La protagonista, Lisa (Elke Sommer), es la típica rubia chillona que no deja de correr hacia calles peligrosas y de meterse donde no la llaman. El diablo es Leandro (Telly Savalas), el mayordomo de la Condesa (Allida Valli) que para no fumar se dedica a comer chupa chups (un guiño muy gracioso, ya que por esa época estaba protagonizando Kojack). Las interpretaciones de Telly Savalas y de Allida Valli te hielan la sangre y junto con los planos turbadores de Bava, dejan una zozobra interna que va más allá del miedo al ver una película de terror.
Bava juega con elementos clásicos del terror gótico, utiliza la ciudad de Toledo de ambientación y toca zonas oscuras del alma humana (celos, venganza, complejo de edipo, adulterio...e incluso ¡¡necrofilia!!) para ir más allá de un mero cuento de terror en el que la protagonista viaja entre la angustia, la locura y ...¿los infiernos?...

CURIOSIDAD: Esta película tiene dos versiones, Lisa e il Diavolo, que es la que yo he visto, y otra versión para el mercado anglosajón, The house of the exorcism, bajo el pseudónimo de Mickey Lion, dulcificando el argumento.

LA FURIA DEL HOMBRE LOBO (1971)


DIRECCIÓN: José María Zabalza
GUIÓN: Jacinto Molina
INTÉRPRETES: Paul Naschy , Perla Cristal , Michael Rivers , Verónica Luján
MÁS INFORMACIÓN: http://www.imdb.com/title/tt0065750/


SINOPSIS: El Profesor Waldemar Daninsky vuelve de una expedición en el Tibet donde ha sido atacado por un hombre lobo. Los monjes le avisan de que mientras en su pecho no aparezca la marca del Pentáculo estará a salvo. Pero esta marca aparece y con ella la licantropía.
En su vuelta no solo descubre su enfermedad, su mujer le ha estado engañando con un alumno. Despechado por la noticia acude al consuelo de una antigua amante, la también Profesora Illona Elmann. A pesar de las insinuaciones de Illona, Waldemar vuelve a su casa dispuesto a vengarse. Consumido por los celos se deja llevar por la luna llena, convirtiéndose en lobo y asesinando a su esposa y amante, y lanzñandose contra unos cables eléctricos.
Sin embargo Illona saca a Waldemar de su tumba y le revive con unos aparatos inventados por ella con la finalidad de probar sobre él los efectos de los "quimitrodos", unas sustancias que actúan sobre el sujeto anulando su voluntad. La intención de Illona es controlar a Waldemar ya que sigue enamorada de él.
Waldemar logra zafarse y descubre que Illona había estado controlando la voluntad de su esposa, obligandola a cometer adulterio. en lel enfrentamiento, Illona dispara una bala de plata a Waldemar , provocándole la muerte.

COMENTARIO:
Esta es la cuarta vez que Paul Naschy se transforma en Waldemar Daninsky tras La marca del hombre lobo (Enrique L. Eguiluz, 1968), Los monstruos del terror (Hugo Fregonese, 1970) y La noche de Walpurgis (Leon Klimovsky, 1970).
La historia comienza con Waldemar, que acaba de llegar de una expedición del Tibet. A través de un recurso de guión muy poco elegante, osea, una voz en off, nos enteramos de que, no se sabe muy bien cómo, ha sido infectado con una enfermedad extraña que no aparecerá mientras la cicatriz con forma de pentáculo de su pecho no emerja.
Nuestro hérore le cuenta su "pequeño problemilla" a una profesora atractiva, compañera de universidad y doctora loca en sus ratos libres (por "doctora loca" nos referimos a una científica capaz de saltarse los límites éticos para llevar a cabo sus experimentos).
Si no tenía bastante con romper más camisas que Camarón cada vez que hay luna llena, para más inri, el pobre Waldemar recibe una carta en la que un chivato se va de la lengua, destapando el adulterio de su mujer con un alumno. El héroe conduce como un loco y claro, ¿qué nos eseña la DGT?, que no pueden conducir por ti, se da la castaña contra un árbol, pero es el principio de la película, esto no es Hitchcock, y el protagonista no puede morir ya.
Su mujer le espera en casa, y, ¡vaya!, hay tormenta y los sirvientes la advierten de que, justamente, justamente, la luz no funciona...
Hecho una piltrafa y llenito de sangre (propia por ahora), Waldy llega como un basilisco a su casa, donde le espera su asustada y traidora esposa.
De una manera nada nada forzada se nos muestra a la pareja boca arriba, sobre la cama, ella con camisón, él con camisa. La luna hace su trabajo y le transforma en fierecilla no domada, así que el rebote de cornudo lo paga sobre la yugular de su mujer [A todo esto imagino que lo de no quitarle la camisa a Paul Naschy es por ahorrar maquillaje...]Una vez rematada la faena decide que no quiere seguir viviendo y se lanza sobre unos cables eléctricos, suicidándose claro, porque uno es licántropo, no superman.
La científica, llamémosla por su nombre, Illona Elmann, que tiene una ayudante (esto es importante), ha inventado unas cosas, los "quimitrodos", elementos químicos para doblegar la voluntad de las personas y como se aburre y Waldemar ha sido un antiguo amor, pues le resucita y le convierte en licantropillo de indias [Lo de la ayudante es importante porque es novia de un periodista a quién mosquean profundamente las actividades de Illona y es quien descubre todo el pastel al final].
Illona deja encerrados en un castillo al lobo y a su ayudante, y ésta no se puede resistir a los encantos del hombretón, que también se deja querer (no salgo de mi perplejidad con estos amores súbitos).
La doctora vuelve, pero en la vorágine Waldemar la lanza por unas escaleras, aunque antes de morir dispara al Hombre Lobo con una bala de plata, muriendo los dos.
Después de toda esta tragedia, al policia que lleva el caso no se le ocurre nada más que decir a la ayudante y a su novio que vayan a dar un paseo, que hace un dia estupendo....Gran frase final.
A pesar de que las interpretaciones de los actores alcanzan el nivel expresivo de un caracol, de que el ritmo es bastante irregular, de que el paso del tiempo ha envejecido la narración, con algunos pasajes bastante risibles, no deja de ser otra aportación al Hombre Lobo patrio de Paul Naschy.